Añadir plantas de interior a cualquier habitación puede contribuir al atractivo estético y mejorar el estado de ánimo. Las plantas infunden vida a tu espacio, y muchas no requieren mucho tiempo ni esfuerzo. Por eso, para ayudarte a elegir las mejores, hemos elaborado una lista de diez plantas colgantes para cultivar en interiores, junto con algunos consejos útiles para su cultivo.
10 Plantas colgantes para cultivar en interiores
1 – Cinta o Malamadre – Chlorophytum comosum
La planta Cinta es una de plantas colgantes para cultivar en interiores más fácil de cultivar. Las hojas largas y estrechas le dan un aspecto puntiagudo, pero las plantas maduras desarrollan brotes de delicadas flores.
No deberías tener que regarla más de una vez a la semana, pero procura utilizar agua de lluvia porque el cloro que contiene el agua de grifo puede afectarla. Si solo dispones de agua de grifo, llena un recipiente y déjalo destapado durante un día al sol para que se evapore el cloro.
Mantenla alejada de la luz solar directa, pero asegúrate de que recibe algo de luz natural filtrada, un lugar luminoso pero sin sol directo.
2 – Clemátide – Clematis
Otra de las plantas colgantes para cultivar en interiores con flores es la Clemátide. Puedes elegir una de las distintas variedades según el color de la flor y el follaje que prefieras.
Por ejemplo, las flores en forma de estrella pueden ser azules, moradas, rosas, rojas, amarillas o blancas, y las hojas van del azul al verde. Esta enredadera de bajo mantenimiento y puedes crear un muro vivo de color en tu casa.
La mayoría de las flores desprenden una suave fragancia, y no es raro ver varias temporadas de floración a lo largo del año cuando se crían en interiores.
Dales mucha luz solar directa, al cultivarla dentro de casa debes buscar una ventana que reciba sol al menos cinco horas diarias, pódalas regularmente y no las riegue en exceso.
3 – Filodendros – Philodendron
Los filodendros siguen siendo una de las plantas de interior más populares porque crecen rápido y vienen en diversas variedades.
La mayoría de las especies tienen un gran follaje verde brillante que añade un toque de color a cualquier habitación. Si eliges una de las variedades enredaderas, prepárate para incorporar soportes para los brotes que pueden alcanzar varios metros de longitud.
Evita los filodendros si tiene niños o mascotas, ya que sus hojas son hermosas pero tóxicas. Además, evita ponerlos a la luz directa del sol porque podrías quemar las hojas con bastante rapidez.
Por último, si observas que las hojas se caen, es que has regado demasiado o poco, así que comprueba que la tierra esté moderadamente húmeda y suelta alrededor de la base.
4 – Hiedra común – Hedera helix
La hiedra es una planta de interior preciosa y fácil de cultivar a la que puedes dar distintas formas. Primero, pódalas hasta el tamaño que te guste, porque pueden crecer tanto como les permitas.
Aunque las hojas se inclinan hacia el verde esmeralda, muchas tienen bordes de colores que van del plateado al dorado, pasando por el blanco o el crema.
Asegúrate de elegir una maceta que drene bien y controla los niveles de humedad para evitar el exceso de riego.
Se dan mejor a temperaturas frescas, pero pueden soportar una humedad más alta. La luz brillante es ideal, pero ten cuidado de evitar la luz solar directa.
5 – Higuera trepadora – Ficus pumila
Si alguna vez ha admirado enredaderas trepando por el exterior de un viejo edificio, podría tratarse de una higuera trepadora.
Es una planta resistente que funciona bien como planta de interior en una maceta grande o incluso en un terrario. Las enredaderas se arrastran y fluyen alrededor de la maceta en una hermosa cascada de follaje verde.
La higuera trepadora no es una planta que florezca mucho, pero puede añadir algo de verdor a tu habitación.
Dale sombra parcial, pódala cuando sea necesario y mantén el suelo bien drenado para obtener mejores resultados. Ten en cuenta que es tóxica para los amigos peludos.
6 – Jazmín morisco – Jasminum officinale
El jazmín morisco o jazmín común puede ser conocido como una planta aromática, pero no todas las variedades tienen flores perfumadas.
Sin embargo, cultivar el jazmín morisco en el interior puede producir un agradable aroma de las delicadas flores blancas, normalmente más perceptible por las tardes.
Para obtener los mejores resultados, mantén la planta cerca de una ventana que reciba sol directo y llévala al exterior durante unas semanas en otoño para estimular el crecimiento.
Mantén la tierra húmeda regando cuando veas que la tierra se seca, controla el crecimiento podando con regularidad para evitar que crezca demasiado.
Utiliza tierra rica en nutrientes y abónala cada principio de primavera para darle un buen impulso en la temporada de crecimiento.
7 – Matalí o Zebrina – Tradescantia zebrina
¿Buscas un poco más de color en tu espacio? Las plantas Matalí vienen en varias variedades y tienen un precioso follaje abigarrado que va del blanco al verde, pasando por el plateado y el morado.
Además, sus cuidados son muy sencillos: basta con regarlas cada una o dos semanas y abonarlas un par de veces durante la primavera y el verano.
Sugerencia: Para que las preciosas marcas de sus hojas se mantengan nítidas, dales mucha luz solar brillante pero indirecta.
8 – Ojos de poeta – Thunbergia alata
¿Te gustaría tener unas flores coloridas para alegrar tu espacio? Las adorables flores amarillas de la planta Ojos de poeta pueden ser justo lo que necesitas.
Aunque esta enredadera de hoja perenne es una planta perenne nativa del Medio Oeste, puede funcionar bien como planta de interior en maceta con los cuidados adecuados.
Plantarla en una cesta colgante te permite controlar su crecimiento y apreciar las hojas en forma de flecha que caen por los lados.
Asegúrate de elegir una maceta con buen drenaje y mantén la temperatura del aire estática para que florezca más.
9 – Planta Rosario – Senecio rowleyanus
La Planta Rosario puede ser la planta más inusual de esta lista. En realidad es una suculenta con hojas que parecen uvas verdes cayendo en cascada sobre el borde de una maceta. También ofrece pequeñas flores blancas con una fragancia especiada única.
Plántala en una maceta poco profunda con una mezcla de tierra para cactus. La mezcla de tierra debe secarse completamente entre riegos, a menos que notes que las hojas se marchitan.
10 – Potus – Pothos
Las plantas de Potus producen enredaderas de hojas grandes en forma de corazón. Crecen rápido y requieren pocos cuidados a pesar de su atractivo aspecto.
Las enredaderas caen en cascada sobre una estantería o una mesa, y puedes colocarlas sobre muros o escaleras para crear una decoración única.
Riega los potus sólo cuando la tierra esté seca, a menos que observes que las hojas amarillean.
Lo mejor es la luz indirecta, pero puede soportar la sombra e incluso la luz de los fluorescentes si la quieres en una oficina. Sin embargo, tenga en cuenta que demasiada sombra puede afectar al aspecto de las hojas y ralentizar su crecimiento.
Reflexiones finales
Cultivar enredaderas y plantas colgantes en el interior puede realzar tu decoración o convertirse en un espectacular muro de color.
Cuando cultivas estas plantas enredaderas y trepadoras al interior, puedes superar las zonas de rusticidad, ya que controlas el entorno.
Además, muchas de estas plantas requieren pocos cuidados, lo que las convierte en excelentes opciones para las personas a las que les gusta viajar o que a veces se olvidan de regar o abonar.