8 consejos para el cuidado de plantas de interior durante el verano

Con la llegada del buen tiempo, es hora de saber cómo cuidar las plantas de interior durante los meses de verano. Algunas plantas se llevan mejor que otras en verano, pero otras necesitan un poco más de cariño. Para ayudar a tus plantas a prosperar en el interior de la casa cuando hace calor fuera, hemos reunido algunos de nuestros mejores consejos para cuidar plantas de interior en verano y mantenerlas felices y sanas, incluso cuando hace calor y sol.

cuidado de plantas de interior en verano

El cuidado de las plantas de interior en verano se vuelve un poco más práctico que en otras estaciones. No te preocupes: las plantas que normalmente son de bajo mantenimiento no se convierten de repente en plantas de alto mantenimiento. Sólo significa que tendrás que revisarlas con más frecuencia para asegurarte de que tienen todo lo que necesitan.

1. Comprueba la posición de la planta

Es bueno saber cómo mantener frescas las plantas en maceta en verano, o podrían recalentarse. Los protectores solares para plantas no existen (quizá alguien que lea este blog pueda inventar uno), así que proteger tu planta de los rayos del sol la mantendrá sana y preservará sus delicadas hojas.

A la mayoría de las plantas les gusta un poco de sol, pero demasiado en verano puede hacer que las hojas se quemen, que es el equivalente vegetal de las quemaduras solares. Puede que no te des cuenta de que tu planta se está calentando demasiado, sobre todo si no estás en casa todo el día. Por eso debes fijarte en la posición de tu planta para asegurarte de que no esté demasiado expuesta al sol.

Los alféizares de las ventanas son especialmente propensos a recibir la luz directa del sol, así que piensa en mover tu planta un poco hacia el interior de la habitación para mantenerla a salvo del sol, sobre todo al mediodía y las primeras horas de la tarde.

¿Cómo saber si tu planta está enferma? Busca signos de hojas marrones o blanqueadas y tierra endurecida, lo que significa que tu planta está recibiendo demasiada luz solar.

2. Riega más a menudo

El verano puede ser duro para las plantas de interior. Con días más largos y calurosos y falta de humedad en el aire, corren el riesgo de secarse mucho más rápido que en otoño e invierno. Por eso necesitan más agua cuando hace mucho calor.

cuidar plantas de interior en verano

Asegúrate de proporcionarles agua en abundancia, pero teniendo cuidado de no darles demasiada. Como regla general, regarlas cada dos o tres días es lo ideal, hazlo en las primeras horas de la mañana o en la tarde cuando el sol ya no le dé directamente a la planta.

¿Cómo saber si tu planta está deshidratada? Cuando tienen sed, la tierra se seca y endurece y las hojas empiezan a curvarse. Las plantas que no están suficientemente hidratadas desarrollan hojas marchitas o rizadas. Las puntas de las hojas secas y muertas son otra señal de que la planta está deshidratada.

Comprueba la tierra enterrando el dedo índice, si la notas seca, dale de beber a tu planta, si la sientes húmeda espera un día más.

3. Aumenta la humedad

Algunas plantas pueden ser un poco quisquillosas y a algunas plantas de interior no les gusta que cambien las condiciones. Son más felices cuando las cosas permanecen constantes. Así que cuando la temperatura empieza a subir y la humedad se evapora más rápidamente, sus niveles de humedad se desequilibran.

Nebulizar tus plantas ayudará a aumentar la humedad y proporcionará esa humedad tan importante que las plantas necesitan en verano. No te excedas: basta con rociarlas ligeramente con un pulverizador una o dos veces por semana para saciar su sed. No olvides regarlas también directamente en la tierra. La nebulización es un complemento del riego.

Si tu planta se vuelve marrón en los bordes o las hojas amarillean, necesita más humedad. El follaje también puede volverse crujiente, un signo revelador de que a tu planta le vendría bien una nebulización.

4. Mantener las plantas limpias

Cuando el polvo se deposita en las hojas y flores de la planta, puede bloquear el aire y la luz solar que las plantas necesitan para crecer. Por eso debes utilizar un paño húmedo para limpiar las hojas de tu planta una vez a la semana, eliminando todo el polvo y los restos.

cuidar plantas de interior en verano

En el caso de los cactus y las plantas con hojas texturadas, utiliza un pincel pequeño y seco para mantenerlas limpias, con cuidado de no tocar ninguna rebaba puntiaguda.

Plagas como ácaros, jejenes y cochinillas son otro problema en verano porque prosperan con el calor. Algunos se instalan en el suelo o en el envés de las hojas, mientras que otros dejan ver dónde viven al dejar tras de sí motas y telarañas algodonosas.

Si observas estos signos, limpia bien la planta con un chorro fuerte de agua o retira las partes más afectadas. Utilizar un insecticida orgánico o jabón líquido suave puede ayudar a deshacerse de cualquier plaga no deseada.

Si ves o notas polvo o plagas en la planta, es hora de limpiarla. Puedes comprobarlo frotando las hojas entre los dedos para ver si se desprende algo de polvo en ellos.

5. Rota tus plantas

Las plantas crecen hacia la luz, un proceso llamado fototropismo. Demasiada luz solar en un lado puede hacer que la planta se desnivele, sobre todo en verano, cuando el sol es más fuerte. Además, el sol se mueve a lo largo del día, pero las plantas de interior no, lo que limita la cantidad de luz que reciben.

Puedes remediarlo rotando las plantas para que crezcan de manera uniforme. Como regla general, dales la vuelta cada tres días o cada dos semanas, dependiendo de la cantidad de luz solar que reciban.

Tu planta necesita rotación sí parece un poco ladeada o desigual. Crecerán con una forma bonita y equilibrada si se las rotas con regularidad.

6. Alimentar y nutrir

Mientras que el agua mantiene vivas las plantas de interior de verano, los abonos genéricos para plantas de interior fomentan un crecimiento exuberante y sano.

La mejor época para alimentar las plantas es la primavera y el verano, ya que crecen activamente durante estas estaciones. A finales de otoño e invierno es cuando descansan, por lo que no necesitan alimento cuando hace frío.

Estas guías de alimentación son un buen punto de partida para alimentar tus plantas de interior:

  • Plantas de hojas: cada dos semanas con un abono rico en nitrógeno.
  • Orquídeas y plantas con flores: una vez cada dos semanas o una vez al mes cuando se hayan caído las flores.
  • Cactus y suculentas: cada cuatro semanas, pero sólo en verano.

Las plantas de interior no te avisan cuando necesitan abono, pero puedes notar una ralentización del crecimiento. Sigue el programa de alimentación correcto en verano y tus plantas prosperarán.

7. Trasplantar si es necesario

A medida que las plantas crecen rápido y más grandes durante el verano, sus raíces suelen quedar atadas a la maceta (o atadas a la raíz, como también lo llamamos). Esto ocurre cuando crecen a través de los agujeros de drenaje y se hacen demasiado grandes para sus macetas.

cuidar plantas de interior en verano

Si tu planta se enraíza demasiado, puede que haya llegado el momento de trasplantarla a una maceta más grande. Es poco probable que puedas saberlo con sólo mirar la planta. Tendrás que sacarla de su maceta original para inspeccionar las raíces.

Las plantas que sólo están un poco atadas a la maceta tienen raíces que rodean ligeramente el cepellón. Cuando las raíces forman una estera o una masa sólida alrededor del cepellón, la situación está muy avanzada. No te preocupes: puedes ayudar a tu planta trasplantándola, dándole más espacio para crecer utilizando una nueva maceta de mayor tamaño a la que tenía.

8. Atención a los signos de estrés

Aunque es fácil olvidarse de las plantas de interior cuando se está fuera disfrutando del sol, es una buena idea vigilarlas lo más atentamente posible durante todo el verano. Así podrás detectar cualquier cambio en cuanto se produzca e intervenir para dar a tu planta lo que necesita.

Los signos más comunes de que tus plantas de interior están estresadas son:

  • Caída de hojas y flores
  • Hojas marchitas
  • Forma irregular
  • Caída de hojas
  • Puntas marrones o follaje ennegrecido

Todos estos signos significan que tu planta está intentando decirte algo. Dependiendo de los síntomas que muestre, le falta luz solar, tiene demasiada, necesita beber o no vive a la temperatura adecuada.

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