9 consejos para cuidar suculentas y cactus correctamente

Nunca subestimes la importancia de saber cómo cuidar las suculentas y los cactus; al fin y al cabo, esas plantas gruesas y carnosas pueden tener un impacto inmenso en la alegría de tu hogar. Cultivar suculentas no debería ser una tarea demasiado pesada pero de todas maneras necesitan algo de atención, aquí te enseñamos cómo cuidar suculentas y cactus para que puedas disfrutar de su gran belleza.

cuidar suculentas y cactus

A las suculentas les encanta la luz y necesitan unas seis horas de sol al día. Aunque la mayoría de las variedades de suculentas no sobreviven a la sombra total, tampoco necesitan recibir sol directo todo el día, por lo que si las cultivas en interiores, una cortina puede ayudar a garantizar que también reciban algo de sombra.

Las suculentas recién plantadas, en particular, pueden quemarse con la luz solar directa, por lo que puede que necesites introducirlas gradualmente a la exposición a pleno sol mientras les proporcionas sombra y poca luz con una cortina transparente.

Aunque a la mayoría de las suculentas les encanta el sol directo, si la tuya está en el mismo sitio día tras día, es probable que sólo un lado reciba suficiente luz, por lo tanto es ideal rotar la planta con frecuencia.

Las suculentas se inclinan hacia el sol, por lo que rotarlas las ayudará a mantenerse erguidas. (Que se inclinen también puede ser señal de que necesitan estar en un lugar más soleado).

Las suculentas necesitan más energía cuando están en periodo de crecimiento. Durante la primavera y el verano, las plantas crecen y consumen mucha más agua que cuando descansan en otoño e invierno.

Examina la tierra con un dedo y, cuando los 2,5 cm superiores estén secos, coge la regadera. Regar en exceso puede matar a tu suculenta, así que asegúrate de dejar que la tierra se seque entre riegos.

A las suculentas no les gusta estar en tierra encharcada, así que el drenaje es importante para evitar que se pudran. El recipiente donde son cultivadas debe tener un orificio de drenaje para permitir que salga el exceso de agua.

Las macetas de terracota o porcelana son ideales para los principiantes, pero a medida que te sientas más cómodo con el cuidado de las suculentas, puedes plantearte cambiar a terrarios u otros recipientes que contengan orificios de drenaje en la parte inferior.

Una vez elegidos los recipientes apropiados, es hora de llenarlos con la tierra adecuada para que las plantas reciban los nutrientes que necesitan. Las suculentas necesitan un sustrato que drene bien, por lo que la tierra normal para macetas o la tierra del jardín no sirve. Por lo general, la tierra que mejor drena es la porosa y arenosa.

Puedes optar por comprar tierra para suculentas -a veces llamada tierra para cactus- o hacer tu propia mezcla combinando tierra para macetas con arena, piedra pómez o perlita. Recuerda que las raíces de las suculentas son muy frágiles, así que ten cuidado al trasplantarlas.

Cuando riegues tus suculentas, empapa la mezcla de tierra hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje. No utilices un pulverizador para regar las suculentas, ya que las raíces pueden quebrarse y las hojas enmohecerse.

También puedes colocar las macetas en un recipiente con un poco agua y dejar que la misma se absorba por el orificio de drenaje. Una vez que la parte superior de la tierra esté húmeda, sácala del recipiente.

Como cualquier parte de tu casa, las plantas de interior irán cogiendo polvo en su superficie, lo que puede inhibir su crecimiento. Limpia suavemente las hojas y las espinas con un paño húmedo (puedes usar un pincel suave para llegar a los lugares difíciles de alcanzar).

Las plagas no deberían ser un problema para las suculentas, pero de vez en cuando tendrás que enfrentarte a ellas. Los mosquitos se sienten atraídos por las suculentas plantadas en suelos demasiado húmedos y sin el drenaje adecuado.

Para asegurarte de que no sufran una infestación total, deshazte de huevos y larvas rociando la tierra con alcohol isopropílico al 70%, pon media parte de alcohol por cada parte de agua y utiliza esta mezcla para hacerlo.

Las cochinillas son otra plaga con la que tienen que lidiar los propietarios de suculentas. El riego y el abonado excesivo son las causas más comunes de la aparición de esta plaga. En este caso, aleja las plantas infectadas de otras suculentas y rocía con alcohol isopropílico al 70 por ciento, pero en este caso sin diluir.

Las suculentas no necesitan mucho abono, pero puedes darles una alimentación ligera durante la temporada de crecimiento de primavera y verano. Ten cuidado de no abonar en exceso, ya que podría crecer demasiado deprisa y debilitarse.

Como regla general, comprueba la cantidad recomendada en el envase del fertilizante y utiliza la mitad para las suculentas.

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