En los últimos tiempos, la alimentación foliar se ha aceptado como un aspecto esencial de la producción de cultivos, sobre todo en plantas hortícolas. Por ejemplo, se puede utilizar para reforzar una planta e inducir resistencia a las enfermedades en la época de floración. Las pulverizaciones foliares durante la estación también pueden utilizarse para aumentar la eficiencia fotosintética e incrementar los azúcares dentro de la planta. Pero, como cualquier insumo, lograr el máximo beneficio de la pulverización foliar requiere un enfoque adaptado.

¿Qué es la alimentación foliar?
La alimentación foliar es la aplicación de nutrientes esenciales a las partes aéreas de una planta. Esto se hace pulverizando minerales solubles en forma de fina niebla sobre las hojas. Con la alimentación foliar, los nutrientes se absorben generalmente con mayor eficacia que con la fertilización administrada al suelo.
Principales ventajas la alimentación foliar
Un beneficio significativo de las aplicaciones foliares de nutrientes esenciales, aminoácidos y metabolitos, es el aumento de la tasa de fotosíntesis, que incluye un mayor volumen de exudados a través del sistema radicular, estimulando los microbios asociados con la solubilización de los nutrientes del suelo y poniéndolos a disposición de la planta.
Los estudios han demostrado que la alimentación foliar de las plantas produce entre 8 y 20 veces más absorción.
Eficacia: La fertilización foliar depende menos del suelo y no depende de las condiciones específicas de éste. Evita problemas como la dilución, la penetración y la fijación.
Estimula el desarrollo radicular: Se ha demostrado que la nutrición foliar mejora el crecimiento de las raíces, lo que permite a la planta absorber más agua y nutrientes.
Practicidad: En algunos casos, las pulverizaciones foliares son el único medio práctico de corrección y control.
Elimina deficiencias comunes: Las aplicaciones foliares compensan la absorción errática e irregular del suelo, que agrava las deficiencias de las plantas.
Intervención rápida: Los insumos foliares actúan mucho más rápido que la nutrición mediante aplicaciones al suelo. Los nutrientes aplicados externamente se absorben casi de inmediato.
Aumenta la resistencia de la planta: Las plantas bien alimentadas son más sanas, fuertes y resistentes a las enfermedades.
Ahorra tiempo: Muchas aplicaciones foliares ofrecen más de un nutriente o beneficio específico, lo que le permite introducir eficazmente varias aplicaciones a la vez.
Ahorra dinero: Una nutrición más eficaz de la planta con la fertilización foliar reduce la necesidad de fertilizar el suelo, cuando las condiciones de éste no favorecen la absorción de nutrientes.
¿Cuál es el mejor momento para aplicar la alimentación foliar?
El mejor momento para la pulverización foliar: 06:00 – 08:00 de la mañana o 18:00 – 20:00 de la noche.
Obtener el máximo beneficio de la alimentación foliar depende del momento adecuado de la aplicación, que incluye tanto la fase del ciclo de crecimiento de la planta como las condiciones meteorológicas. He aquí algunos consejos que le ayudarán a determinar cuándo se debe aplicar la nutrición foliar:
Etapa de crecimiento adecuada: Las aplicaciones foliares deben programarse para satisfacer las necesidades nutricionales actuales de la planta durante su desarrollo. Por esta razón, es importante controlar con frecuencia la fase de crecimiento del cultivo. Por ejemplo, la alimentación foliar puede ser más eficaz en cultivos agronómicos durante la floración y el cuajado de los frutos.
Condiciones meteorológicas adecuadas: La hora del día, la temperatura, la humedad y la velocidad del viento influirán en los aspectos físicos y biológicos de la aplicación foliar. Por ejemplo, las condiciones de viento calmo, calor y humedad favorecen una elevada permeabilidad de los tejidos vegetales y, por tanto, la absorción de nutrientes.
Consejos para una pulverización foliar óptima
Asegúrate de que la mezcla es correcta: Cuando añadas otro producto además de la nutrición, asegúrate de que se mezcla bien sin precipitar al pH deseado.
Rango de pH óptimo: Mantén un pH de la solución entre 5,5 y 6,5 para aumentar la absorción. Reduce el pH con vinagre de manzana o auméntalo con bicarbonato sódico según sea necesario.
Pulveriza en forma de niebla fina: La alimentación foliar se absorbe mejor cuando se pulveriza como una niebla muy fina a alta presión. Las gotas más pequeñas son más eficaces, ya que los diminutos pelos que rodean cada estoma atraen los nutrientes dentro de cada gota.
Utiliza agua de buena calidad: Evita el agua con alto contenido en sodio (Na) o agua dura (alto contenido en calcio), ya que puede causar problemas de absorción.
Optimizar el momento de absorción: Aplica pulverizaciones foliares cuando la planta esté en crecimiento activo, especialmente justo antes de la floración, en el envero y justo antes de la maduración. Estas etapas ofrecen las mejores oportunidades de absorción.
La hora del día importa: Pulveriza a primera hora de la mañana, incluso si hay rocío, cuando tenga tiempo suficiente para que la pulverización se seque sin posibilidad de lluvia o riego por aspersión. Un tiempo de secado más largo mejora la absorción.
Pulverización previa a la floración: Es aceptable pulverizar los cultivos antes de que emerja el follaje, especialmente en el caso de las plantas que florecen antes del crecimiento vegetativo.
Ten en cuenta el calendario lunar: Si es posible, ajusta el momento de la pulverización para que coincida con los cinco días anteriores a la luna llena, ya que es cuando se produce el máximo movimiento de savia en la parte aérea de la planta.
Utiliza ácidos húmicos o fúlvicos: Estas sustancias pueden optimizar la absorción de nutrientes. El ácido húmico combina bien con las aplicaciones de nitrógeno, mientras que el ácido fúlvico es adecuado para las mezclas de pH más bajo, ya que ofrece una gran capacidad de amortiguación y una mejor respuesta cuando se añade a la pulverización.
Utiliza quelantes naturales: Opta por quelantes naturales como el ácido fúlvico, los aminoácidos y los lignosulfonatos, y evita el uso de quelantes EDTA. La planta o el suelo no descomponen fácilmente los EDTA y pueden afectar negativamente al equilibrio energético y de nutrientes de la planta.
Incorpora potenciadores inmunitarios: No dudes en utilizar productos que mejoren la respuesta inmunitaria de la planta, como algas, sílice, triacontanol, quitinasa y ciertas cepas de bacterias bacillus.
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