Calabazas, patatas, calabacín, melones, sandías, pepinos,…. ¡Las cucurbitáceas son una familia rica y muy diversificada! Si bien el cultivo de estos diferentes representantes difiere un poco, comparten al menos una cosa en común: necesitan calor desde el momento en que siembran. En este artículo aprenderemos cómo cultivar calabaza o zapallo de manera orgánica y natural, sembrar calabazas y los cuidados que requiere esta hortaliza tan deliciosa y nutritiva.
¿Cuándo sembrar la calabaza?
Tenga cuidado con la tentación de sembrar muy temprano en interiores. De hecho, como las calabazas necesitan calor, es tentador sembrar temprano con calefacción para ahorrar tiempo en el cultivo. Pero las calabazas crecen muy rápido y rápidamente se acurrucan en sus almácigos.
Si no hace suficiente calor para plantarlos en el suelo, tendrán que esperar en los almácigos y las raíces quedarán demasiado pequeñas y apretadas, lo que será muy perjudicial para el futuro.
La calabaza se siembra desde el comienzo de la primavera, cuando ya no exista riesgo de heladas, también puede sembrarlas a finales de primavera, pero estas plantas no darán tantos frutos.
Siembra en almácigos
Las calabazas tienen un fuerte desarrollo desde las primeras etapas de su vida, por lo que no hay que ser tacaño en el tamaño del contenedor y la riqueza del contenido, sobre todo porque realmente no aprecian ser trasplantadas varias veces. Por lo tanto, siembre directamente en cubos de 9cm x 9cm rellenos de una base de compost, alrededor de 1/3 complementado con turba los 2/3 restantes.
En términos concretos, paso a paso, así es como procedo:
Presiono ligeramente la base de compost y luego agrego la turba sin apretar hasta unos 6-7 cm desde el borde. Riego abundantemente para que todo quede bien empapado, enseguida coloco dos o tres semillas por cubo preferiblemente en el borde, lo que limita el riesgo de pudrición de la semilla.
Completo con compost hasta 1 cm máximo desde el borde, a menudo dejo un poco más, para que pueda añadir compost a los cotiledones una vez que las semillas hayan germinado bien.
Pulverizo ligeramente un poco de tierra para rellenar y hacer que se adhiera bien a la semilla.
Termino espolvoreando un poco de carbón machacado o canela molida para evitar que el plantin agarre hongos. Será necesario entonces estar particularmente atento al riego, lo suficiente como para no dejar que el suelo se seque, pero sin exceso para no pudrir la semilla.
Si todas las semillas germinan, pueden separarse las plantas más débiles y dejar las más fuertes, a esta práctica se le llama ralear.
Trasplante a suelo
Haga el trasplante cuando los plantines ya tienen al menos una o dos hojas grandes, primero le salen dos chicas y luego comienzan a salir las otras. Igualmente en esta etapa aún son muy delicadas y requieren de vigilancia seguida, sobre todo porque son muy propensas a los ataques de caracoles o babosas. Si ve que estos aparecen, ponga ceniza de carbón alrededor de los tallos, los caracoles no pueden pasar sobre la ceniza.
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Las plantas deberán estar separadas entre 1m50 a 3m, cavar un agujero de unos 20 cm de diámetro y rellenarlo con una mezcla de compost, tierra y un poco de arena de rio. Cubra el suelo con mantillo o hierba para que la fruta no entre en contacto con el suelo.
Riego de las calabazas
Es muy recomendable regar las plantas con una regadera sin mojar las hojas. Riegue regularmente para favorecer la aparición de la fruta. Mantenga la tierra húmeda siempre, pero cuando riegue trate de no encharcar el terreno, a esta planta le gustan los riegos seguidos pero con poca agua.
Cosecha de calabaza
3 o 4 meses más tarde se puede cosechar la fruta antes de las heladas a finales del otoño o principios del invierno. Los frutos alcanzarán tamaños respetables y las hojas se secarán. Cuanta más gruesa sea la piel, mejor será su conservación.
Podrá comerlo durante todo el invierno. Para conservarlos 10 grados es la temperatura ideal. Tenga cuidado, las calabazas le temen al frío. Compruebe también que no haya roedores en la habitación y que no se toquen entre ellas.
Consejo: Cubrir el tallo cerca de cada fruto con tierra, se fortalecerá el enraizamiento y la nutrición de la planta será más efectiva. El fruto se hará mucho más grande.