Cómo cuidar y cultivar plantas en macetas sin morir en el intento

cuidar plantas en macetas

Tanto si has colocado cestas de flores colgantes en el porche, como si has añadido una hilera de hierbas aromáticas en el balcón o has utilizado un viejo recipiente para cultivar hortalizas en el jardín, es muy gratificante ver cómo crecen las plantas de un jardín en macetas.

Y una vez que están floreciendo, querrás mantenerlas así. Una de las ventajas de la jardinería en macetas es la gran variedad de tipos de recipientes (¡se fomenta la creatividad!), pero cuando se trata de cuidar plantas en macetas, hay algunas reglas sencillas y probadas.

Sigue estos sencillos consejos para que tu huerto en maceta siga creciendo con fuerza durante toda la temporada. Mantén tu jardín en macetas bonito y productivo siguiendo estos 9 consejos.

1. Que les dé el sol.

Las plantas en macetas necesitan mucho sol de verano para desarrollarse, y basta con mirarlas para saber si necesitan un cambio de lugar. Las plantas quemadas por el sol pueden parecer secas, blanqueadas o marchitas.

Las plantas que no reciben el sol crecen despacio y con las patas largas. Observa dónde y cuándo da el sol en tu espacio de cultivo y recoloca las macetas que necesiten una exposición diferente.

Las plantas de clima frío, como la lechuga y las espinacas, necesitan entre 3 y 5 horas de luz solar directa al día. Las plantas de clima cálido, como los tomates, los pimientos y las petunias, necesitan más, al menos de 6 a 8 horas diarias.

2. Riega cuando la tierra esté seca.

La tierra en las macetas se seca rápidamente, sobre todo en verano, por lo que puede parecer que tus plantas tienen sed constantemente. Compruébalo al menos una vez al día apartando el mantillo y presionando la tierra con el dedo. Cuando notes que el primer centímetro de la superficie del suelo está seco, riega bien las plantas.

Riega temprano en la mañana o al caer la tarde, cuando la planta no reciba sol directo, hazlo cerca de la base de la planta y lejos del follaje. Sabrás que tu planta está bien cuando el agua salga por los agujeros de drenaje del fondo de la maceta. (Los recipientes más pequeños se secan más rápido que los grandes, así que controla cada planta para evitar que se pase o se quede bajo el agua).

3. Controla las malas hierbas.

Las malas hierbas no son exclusivas de los huertos enterrados o en bancales elevados. También pueden crecer en los huertos en macetas. Dado que incluso unas pocas pueden robar nutrientes vitales y humedad a tus plantas, arranca las malas hierbas en cuanto las veas y asegúrate de arrancar toda la raíz.

Si has cubierto tus macetas con mantillo, vuelve a ponerlo en su sitio después de quitar las malas hierbas; ayuda a mantener la humedad dentro y las nuevas malas hierbas fuera.

4. Alimenta las plantas a menudo.

Dado que crecen en una cantidad limitada de tierra, las plantas en macetas absorben rápidamente los nutrientes. Añade abono líquido a tu regadera o al accesorio para manguera aproximadamente un mes después de plantar, y después cada una o dos semanas, para reponer los nutrientes del suelo que tus plantas han absorbido a través de las raíces.

También puedes usar abono granulado o en polvo, coloca una capa sobre la tierra de la maceta en otoño y luego otra vez en primavera. Se sabe que las plantas en maceta crecen fuertes, exuberantes y productivas cuando están bien alimentadas.

5. Realiza podas para que crezcan más.

Un poco de poda ayuda a que las plantas crezcan más tupidas y frondosas. Retira las hojas muertas o dañadas, o las que impidan que otras plantas reciban el sol en una maceta.

Corta o pellizca las cabezas de las flores marchitas de las plantas para que florezcan más. Y recorta las puntas de las ramas de las plantas perennes en un ángulo de 45 grados, ya sea antes o después de la temporada de crecimiento, para mantener la forma y la salud general.

6. Coloca tutores.

Si este año has decidido plantar plantas comestibles más grandes, como tomates o pimientos, añade un tutor o una jaula a la maceta para darles el refuerzo que necesitan para brillar. Deja que las enredaderas, como las judías o los guisantes, sigan su tendencia natural a trepar colocándolas junto a un enrejado, una pérgola, un poste, un muro o una valla.

7. Cultiva siempre en macetas con agujeros de drenaje.

Si no están incluidos, coge un taladro y hazlos. El agua atrapada pudre las raíces y mata las plantas. Las plantas sanas necesitan un drenaje adecuado. ¿No hay agujeros en tu contenedor? Coge un taladro.

8. Coloca las macetas sobre pies para favorecer un buen drenaje.

Los platillos evitan las manchas de agua en el patio, pero son una de las principales causas de pudrición de las raíces cuando las macetas se asientan en agua estancada. Prescinde de los platillos para conseguir un aspecto menos desordenado.

9. Cuidado con las plagas.

A la hora de cuidar las plantas en macetas es muy importante tener en cuenta que las plagas pueden ser un problema. Los insectos y otros bichos pueden acabar con tu jardín en macetas, ¡literalmente!

Inspecciona tus plantas en busca de insectos, babosas y signos de daños causados por plagas, como manchas, agujeros, hojas marchitas, tallos rotos o marcas de mordiscos. Elimina los insectos que encuentres para evitar que el problema se extienda. (Tu servicio de extensión local puede proporcionarte consejos inteligentes y amistosos sobre problemas de plagas)

Dejar un amplio espacio entre las macetas agrupadas también ayuda: El aire puede circular y las plagas tienen menos lugares donde esconderse.

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Dedica unos minutos al día para cuidar tus plantas en macetas. Establecerás buenos hábitos de jardinería a la vez que mantienes tus plantas en plena forma. Todos saldremos ganando.