El cultivo de pimientos en maceta es una forma maravillosa de disfrutar de pimientos dulces y picantes por igual. Aprende a cultivar pimientos en macetas para obtener los máximos resultados, incluyendo consejos para el cultivo de pimientos y más.
Pasos para cultivar pimientos en maceta
El cultivo de pimientos en contenedores es una gran manera de cosechar productos de cosecha propia, incluso cuando se tiene poco espacio.
Con las herramientas adecuadas, las plantas apropiadas, la luz del sol, el fertilizante y el agua, estarás recogiendo un montón de pimientos antes de que te des cuenta. Aprende ocho sencillos pasos para cultivar pimientos en una maceta.
1. Selecciona un recipiente grande
Los pimientos necesitan espacio para que sus raíces se extiendan, así que elige una maceta de al menos 30 cm de diámetro y al menos 20 cm de alto.
Una planta de pimiento joven puede parecer inicialmente pequeña en un recipiente tan grande, pero llenará el recipiente cuando tenga su tamaño completo.
Adquiere una maceta con agujeros en el fondo o perfora la tuya propia para garantizar un drenaje adecuado.
Utiliza una maceta de plástico o metal en lugar de una de terracota de secado rápido, sobre todo porque los pimientos requieren una tierra constantemente húmeda.
2. Llena la maceta con una mezcla orgánica
Utiliza una mezcla de tierra para macetas. Drena mucho más que la tierra del jardín, lo que es clave para evitar que los pimientos se encharquen.
Busca una mezcla natural y orgánica para macetas; están especialmente formuladas para contenedores con nutrientes ya añadidos.
Una buena mezcla para macetas mantendrá la humedad y proporcionará a las raíces de la planta aireación y nutrientes importantes.
Si no tienes acceso a comprar una mezcla especial para macetas no te preocupes, puedes hacerla tú mismo.
Toma tierra común y corriente de tu jardín y mézclala con restos de poda, hojas secas o césped recién cortado, agrega ¼ de arena de rio y mezcla todo.
Esta tierra es ideal para los pimientos en maceta ya que no se compactará y el agua no se estancará, además la planta irá tomando los nutrientes de los restos secos a medida que estos se descomponen en el suelo. Ver: Qué es y cómo hacer Tierra para macetas.
3. Sembrar y plantar pimientos en maceta
Empieza con plántulas en lugar de usar paquetes de semillas para ayudar a maximizar la temporada de crecimiento. Los pimientos son plantas de crecimiento bastante lento, por eso a veces es mejor comprarlas en tiendas o viveros.
De todas formas, si quieres sembrar las semillas de pimientos tú mismo debes comenzar a finales del invierno. Germina tus semillas en un lugar protegido del frío y donde reciba luz solar directa.
Coloca una o dos semillas por maceta y entiérralas 1 cm de profundidad, cúbrelas con tierra y riega hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje.
Mantén siempre la humedad de la tierra. Una vez que la planta alcanza los 10 cm de altura es cuando puedes trasplantarla a una maceta más grande.
Ya sea si la has comprado o la has germinado tú mismo, cuando realices el trasplante procura hacerlo en horas de la tarde, así la planta no sufre por el calor del día.
4. Colocar las plantas en el exterior
La mayoría de las variedades de pimientos provienen de climas cálidos, por lo que no es de extrañar que los pimientos alcancen su punto máximo durante los meses de verano.
Se desarrollan mejor a temperaturas de entre 20 y 28 °C durante el día y de 15 a 20 °C por la noche.
Las temperaturas demasiado altas o demasiado bajas no son ideales para la producción de pimientos y pueden causar problemas en la planta y frutos deformes. Por ello, asegúrate de plantar los pimientos después de la última fecha de helada.
Los pimientos amantes del sol necesitan un mínimo de seis horas diarias de sol pleno, aunque es preferible más.
Un patio sombreado o cubierto dará resultados decepcionantes, al igual que el cultivo de pimientos en el interior con una luz de crecimiento. Busca un lugar soleado para cultivar tus pimientos.
5. Regar las plantas
Los pimientos requieren un suelo constantemente húmedo, y las plantas en contenedores generalmente requieren un riego más frecuente que las que están en el suelo.
Planea regar diariamente, especialmente en pleno verano. Antes de regar, comprueba la tierra; sabrás que la planta necesita agua si el primer centímetro de tierra está seco. Si no lo está, no riegues, ya que corres el riesgo de regar en exceso la planta.
Riega temprano por la mañana, antes del mediodía, ya el riego nocturno puede dejar las plantas húmedas durante demasiado tiempo y hacer que se encharquen y alberguen bacterias y hongos.
Una regadera funcionará bien, así como una manguera con una boquilla de pulverización de ajuste suave. Apunta a la base de la planta, no a las hojas.
6. Alimentar a los pimientos
Alimenta con un alimento natural y orgánico diseñado para frutas y verduras, aplicándolo según las instrucciones de la etiqueta del producto (aproximadamente cada 7-14 días). La alimentación es especialmente importante mientras las plantas están floreciendo.
Otra manera muy efectiva de alimentar a los pimientos es usando compost, puedes agregar una capa de unos 5 cm cada 4 o 6 meses. De esta forma las plantas tendrán todo lo que necesitan. Ver: Cómo utilizar y aplicar Compost en la huerta y el jardín.
7. Cosechar pimientos
Para saber cuándo tus pimientos están listos para ser cosechados, comprueba la etiqueta de la planta para ver cuál debe ser el color de madurez del pimiento.
Los pimientos pueden recogerse cuando están verdes o dejarlos en la planta para que se vuelvan amarillos, naranjas y luego rojos.
Puedes cosecharlos cuando tengan cualquiera de esos colores, pero recuerda que cuanto más rojos sean más sabor tendrán.
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