Cómo preparar la tierra de la huerta antes de cultivar

En este artículo aprenderás a preparar la tierra adecuadamente para cultivar en condiciones correctas ya sea que hayas cultivado antes, o si quieres comenzar una huerta y no saben cómo trabajar el suelo la primera vez que se cultiva.

Limpiando el jardín

Los jardineros más sensatos habrán cubierto con mantillo los antiguos cultivos así como las zonas no utilizadas del huerto, que al menos los habrán conservado o incluso mejorado.

El suelo se beneficiará del mantillo durante el invierno y se alimentará de los elementos que se van descomponiendo de las variedades de paja, pasto seco, hojas, restos de poda, etc.

El mantillo también pudrirá las raíces viejas que puedan quedar y evitará que las malas hierbas invadan el lugar de cultivo.

A fines del invierno es un buen momento para quitar este mantillo y permitir que el suelo se seque y se airee.

Si no había mantillo y solo hay pasto y otras hierbas en el terreno comienza por quitar todo con una asada, deja lo más limpio que puedas para que se vea la tierra.

Para trabajar la tierra en condiciones adecuadas, es necesario que el exceso de agua se haya evaporado y que la tierra se haya secado lo suficiente.

Si el pasto o las hierbas que quites del lugar no tienen semillas puedes usarlas como mantillo para el próximo cultivo, de esta manera aprovechas los recursos del propio lugar. Si tienen muchas semillas descártalas ya que si lo usas como mantillo crecerán hierbas por todo el lugar.

Prepara la tierra del huerto, airea y alimenta

El suelo tendrá que ser aireado. Pero, tenemos la tendencia a voltear el suelo sin prestarle demasiada atención y sin saber el daño causado.

Airear el suelo no significa necesariamente voltearlo, de hecho, preparar el suelo simplemente volteándolo altera la estructura del suelo en profundidad y puede inducir desequilibrios que dañarán los cultivos.

El suelo es un organismo vivo, en la primera capa se encuentran todo los nutrientes y los microorganismos que benefician la vida del mismo, entonces, si damos vuelta lo que lograremos es que la vida se vaya al fondo.

Solo hay que descompactar sin voltear, usando una herramienta como la que muestra la siguiente imagen:

Para este paso, usa una pala tenedor, una pala de pinchos, laya. Revuelve de adelante hacia atrás sin levantar o girar el suelo, solo pincha y afloja la tierra.

Divide los terrones más grandes con las manos o la pala, esto permitirá una profunda aireación mientras dejas las capas profundas en su lugar. Quita con las manos los restos de raíces y hierbas que puedan quedar.

También puedes aprovechar este momento para mejorar el poder de drenaje de los suelos pesados, densos y arcillosos introduciendo arena.

Si el suelo es pobre en nutrientes puedes agregar compost, humus o tierra preparada para jardines.

Una vez hecho esto procura no pisar ni aplanar la zona preparada para no volver a compactar la tierra.

Si no has hecho bancales, pon algunas barreras para delimitar el lugar donde irán los cultivos. Puedes usar ladrillos, madera, piedras, botellas, etc. La idea es hacer que el pasto de los alrededores no entre en el bancal.

Abonar la tierra

Una vez que hayas aflojado la tierra es bueno abonarla. Los métodos más naturales son usar materia orgánica, como, compost, abonos líquidos y fertilizantes orgánicos.

A continuación te dejamos una lista de enlaces para que puedas abonar tus plantas antes y después de cultivar.

9 abonos líquidos para hacer con hierbas y plantas

Cómo hacer abonos y fertilizantes líquidos orgánicos

Estiércol de Gallinas como abono y fertilizante orgánico

Estiércol de conejo como abono y fertilizante orgánico

Cómo usar estiércol de caballo para abonar y fertilizar

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