Si eres de los que se levantan y lo primero que hacen es ir a saludar a sus plantas, seguro que alguna vez te has alarmado al ver una mancha negra en una hoja, tejido blanco en una rama o manchas rojas en los tallos. Los hongos son una enfermedad que puede afectar a tus plantas de interior si no se cuidan adecuadamente. Si has visto manchas de hongos no te preocupes, aquí tienes una guía para identificar, prevenir y tratar los hongos en las plantas de interior de manera efectiva.

¿Por qué aparecen hongos en las plantas las plantas de interior?
Hay muchas razones por las que aparecen hongos en las plantas de interior, pero siempre están relacionadas con la falta de mantenimiento. Esto no quiere decir que no sepas cómo cuidar tus plantas, ¡pero cada planta requiere unos cuidados específicos! Por ejemplo, no es lo mismo cuidar un Ficus Ginseng que una Orquídea.
Los hongos puede introducirse en la tierra de la planta a través del aire, o cuando la tierra de la maceta está demasiado húmeda. Si tu planta recibe demasiada agua o si el agua no puede salir y se queda en el fondo de la maceta, estás creando un caldo de cultivo para el moho y los hongos. Sobre todo en combinación con una mala circulación del aire y una elevada humedad en la habitación.
A veces, las plantas también pueden desarrollar hongos cuando están debilitadas, ya sea por falta de abono o porque han sido atacadas por una plaga.
Tipos de hongos más comunes en pantas de interior
El mildiu es uno de los hongos más conocidos. Es frecuente en las plantas de interior. También son frecuentes la fumaginia, la roya, la roña y la sarna. Esperemos que aún no te los hayas encontrado en tus plantas. Todas tienen un aspecto y unas características diferentes.
Fumaginia

La Fumagina, a veces llamada enfermedad de la mancha negra, se produce cuando los hongos, como su nombre indica, dejan manchas negras en las hojas, las ramas o el tallo de la planta de interior. Se parece un poco al hollín. Cualquier planta con hojas grandes, como las plantas de interior, las plantas mediterráneas y los rosales, puede sufrir la enfermedad de la mancha negra.
En sí misma, esta enfermedad no es la peor, pero como cualquier enfermedad, puede llegar a ser muy peligrosa si dejas que el problema empeore. Por eso es importante atacar el hongo a tiempo.
Oídio

El Oídio tiene un aspecto harinoso, puedes reconocer este hongo por una capa de polvo blanco en las hojas de tu planta. También se conoce como enfermedad blanca.
El oídio afecta sobre todo a los kalanchoe (un tipo de planta suculenta) y las begonias. Afectadas por esta enfermedad, las hojas se marchitan y acaban muriendo.
Roya

Las hojas de una planta afectada por la Roya muestran manchas anaranjadas, oxidadas o gruesas. Cuanto más tiempo permanezca el hongo en la planta, más oscuro será su color. La roya es causada por hongos microscópicos y elimina todos los nutrientes de las hojas, provocando que la planta se seque y muera.
Tu planta es especialmente susceptible a la roya en un ambiente cálido y húmedo. Por eso, debes estar especialmente atento en verano, cuando el clima es húmedo, y comprobar con regularidad si aparecen manchas de color óxido.
Si encuentras óxido, significa que tu planta de interior ya está debilitada. Así que extrema las precauciones y compruébalo con regularidad. Así podrás detectar y combatir a tiempo cualquier otra enfermedad.
Sarna

La sarna también está causada por distintos tipos de hongos. Si tu planta tiene sarna, primero se vuelven marrones los bordes de las hojas. A continuación, las manchas marrones se desplazan hacia el centro de la hoja. Las hojas se enrollan y se secan a medida que la enfermedad debilita la planta.
Enfermedad del escarabajo de la hoja

Se trata de una enfermedad fúngica que perfora las hojas de la planta. Si la detectas a tiempo, la reconocerás por los pequeños puntos de color amarillo rojizo que aparecen en las hojas. Si no la combates con la suficiente rapidez, estos puntos morirán y formarán agujeros en las hojas.
La planta parece haber sido golpeada por el granizo (cosa que es imposible dentro de la casa). Las hojas afectadas se caen, los frutos infectados quedan inutilizables y los brotes nuevos mueren. Esta enfermedad aparece sobre todo durante los meses húmedos de invierno y ataca a la planta en primavera, cuando crecen los brotes y las hojas nuevas.
Cómo combatir los hongos en las plantas de interior
En primer lugar, saca la planta infectada al exterior, lo que ralentizará el crecimiento del hongo y evitará que se infecten otras plantas.
A continuación, retira el hongo de las hojas con un paño húmedo y corta las hojas afectadas para que no se propague al resto de la planta. Si ves hongos en el sustrato y están muy localizados, retíralos con una cuchara.
Luego comprueba si tu planta sufre de pequeños insectos. Éstos son los culpables: los pulgones y las cochinillas, por ejemplo, excretan melaza, que es la principal causa de la fumagina.
Si tienes varias plantas juntas y una de ellas está afectada por un hongo, aléjala de las demás para evitar que se propague.
Otra forma de exterminar los hongos en las plantas de interior es utilizar fungicidas. En el caso de la roya, es especialmente importante retirar las hojas infectadas y quemarlas. El jabón potásico facilita el control de la fumagina.
Cómo prevenir los hongos en las plantas de interior
Más vale prevenir que curar. La mejor forma de evitar los hongos es mantener las plantas lo más sanas posible.
Para ello, debes proporcionar siempre a tus plantas los tres elementos básicos: suficiente agua, suficiente luz solar y tierra fresca para macetas. Así reducirás al mínimo las posibilidades de que aparezcan hongos en tus plantas de interior.
Evita mojar las hojas o el tronco de la planta cuando riegues. Intenta añadir agua con cuidado sobre la tierra. Riégala por la tarde o por la noche, cuando no le dé el sol.
Una planta débil es más propensa a los hongos. Utilizar abono regularmente mantiene las plantas fuertes y sanas.
Como ves, hay muchas formas de tratar los hongos en las pantas de interior. Pero, ¡más vale prevenir que curar! te recomendamos que sigas este lema: ¡observación, prevención y acción!
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