Cómo cultivar Matalí (Tradescantia Zebrina) y sus cuidados

Matalí (Tradescantia Zebrina) es una planta perenne muy apreciada por su impresionante color verde, las rayas púrpuras y plateadas de sus hojas y su rápido crecimiento en forma de vid. En este artículo veremos cómo propagar, cultivar Matalí y sus cuidados, también veremos algunos de sus beneficios más importantes.

cultivar Matalí

Resumen rápido

  • Tipo de planta: Herbácea perenne
  • Familia: Tradescantia
  • Exposición al sol: Sol parcial
  • Riego: Medio. Suelo húmedo pero bien drenado
  • Colores: Verde, Púrpura
  • Tamaño: 15-30 cm de alto, 30-60 cm de ancho
  • Tipo de suelo: Franco, Arena.
  • pH del suelo: Neutral a ácido

En su hábitat natural, las diminutas flores de color rosa-púrpura florecen en pequeños racimos durante todo el año. Pero sólo cuando se cultiva en su hábitat nativo.

La Matalí rara vez florece cuando se cultiva en interiores. Pero sus atrevidas hojas moradas y verdes crean suficiente interés visual por sí solas. Veamos cómo propagar, cultivar matalí y sus beneficios para la salud.

Cómo propagar Matalí

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La matalí es una planta muy fácil de cultivar a partir de esquejes (tallos). Haz siempre el corte de los esquejes con un cuchillo o tijeras afilados y esterilizados. Los esquejes deben medir entre 7,6 y 10 cm.

Para empezar, busca una vid que parezca sana y corta justo por debajo del nodo de la hoja. Ten en cuenta que puedes hacer varios esquejes de una vid larga. Haz entre 10 y 12 esquejes para asegurarte de que al menos unos cuantos enraícen bien.

Coloca los esquejes en un tarro ancho y añade agua fresca casi hasta el tope. Asegúrate de eliminar las hojas inferiores de los esquejes que acabarán bajo el agua.

Sólo los nodos deben estar sumergidos. Esto evitará que las hojas se pudran por debajo de la superficie del agua. Coloca los esquejes en una zona luminosa y soleada.

En una semana, aproximadamente, deberías empezar a ver cómo se forman pequeñas raíces bajo la superficie del agua. Las raíces saldrán de los nodos.

Asegúrate de rellenar el tarro con más agua a medida que el nivel baje y de sustituir el tarro por agua fresca si es necesario.

Tras unas dos semanas de crecimiento de las raíces, deberías estar listo para trasplantar tus esquejes de matalí a tierra.

También puedes plantar los esquejes directamente en el suelo. Si optas por la propagación en tierra, asegúrate de regarla con frecuencia para mantener los nodos húmedos mientras se esfuerzan por desarrollar un sistema de raíces.

Una vez que los esquejes hayan echado raíces, puedes trasplantarlos a un recipiente y rellenarlo con tierra para macetas.

Coloca tus esquejes recién plantados en un lugar que reciba una luz media o brillante, con temperaturas interiores de entre 13 y 24 grados C.

Cultivar Matalí

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Agua y suelo

Les gustan las pequeñas pausas entre riegos. Deja que la tierra se seque hasta el 50% superior antes de regar. Luego riega hasta que el líquido fluya por el orificio de drenaje y se acumule en el fondo de la maceta. Desecha el agua que se haya acumulado en el platillo.

Ten cuidado de no regar en exceso su planta de matalí. El exceso de agua puede provocar la putrefacción de las raíces, un problema común en esta variedad.

Si la tierra está empapada, es que se ha regado en exceso y hay que reducir el riego. Retira el exceso de agua de la maceta y deja que la tierra se seque un poco antes de volver a regar.

Humedad

Es una planta amante de la humedad. El cuarto de baño o la cocina son una buena opción para cultivar matalí, ya que se desarrolla mejor en un entorno ligeramente más húmedo.

No dudes en rociar tu planta con frecuencia. Si la humedad es demasiado baja, las hojas empezarán a dorarse.

Abono

Puedes abonar tu matalí una vez al mes durante sus períodos de mayor crecimiento, que son las estaciones de primavera y verano.

Para ello, elige un fertilizante líquido y dilúyelo con agua según las instrucciones del envase. No es necesario abonar durante los meses más fríos, ya que la planta se encuentra naturalmente en una fase de reposo durante esas épocas.

Luz

A las plantas de matalí les encanta la luz brillante e indirecta. Cuanto más natural sea la luz solar que pueda recibir, más vibrante será el color púrpura de sus hermosas hojas.

Sin embargo, ten cuidado de no colocar tu planta directamente a la luz del sol. Esta especie no puede prosperar bajo el sol directo.

Poda

El rápido ritmo de crecimiento de esta especie también puede provocar la aparición de piernas. Para solucionarlo, pellizca los tallos.

La planta responderá desarrollando dos nuevos tallos. Pellizcar las vides largas fomenta la ramificación y aumenta la plenitud de la planta.

La matalí tiene mejor aspecto cuando está llena y tupida, pero algunas condiciones de cultivo pueden hacer que la planta se quede «sin piernas»

 Entre ellas se encuentran la mala iluminación, el riego insuficiente y la baja humedad. Si se da alguna de estas condiciones, lo mejor es abordar la causa de raíz.

Cuidados de la matalí

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Plagas

Las matalí no son propensas a las plagas, pero ocasionalmente pueden contraer arañas rojas (arácnidos diminutos que ponen sus huevos en las hojas y se alimentan del tejido vegetal). Para evitar la aparición de estos ácaros, mantén la humedad alta (a los ácaros les gusta la sequedad).

Si encuentras ácaros en tu planta, intenta enjuagar tu matalí con agua corriente para eliminarlos.

Si esto no funciona, prueba con una solución de agua jabonosa. Mezcla 5 cucharadas de jabón para platos con 4 tazas de agua en una botella y rocía las plantas con la solución.

Hojas que se desvanecen

Puede ser alarmante notar que las llamativas rayas púrpuras y plateadas de tu matalí están empezando a desvanecerse, pero esto se debe probablemente a la falta de luz.

Busca un lugar más soleado, como el alféizar de una ventana que no reciba luz directa o una estantería luminosa.

Hojas amarillas

La caída de las hojas amarillas se debe probablemente a un exceso de riego. La matalí no necesita mucha agua para sobrevivir. Para evitar esta condición, riega tu planta sólo cuando el 50% superior del suelo esté seco.

Hojas rizadas

A la matalí le encanta la luz brillante, pero no puede soportar la luz solar directa. El sol directo hará que las hojas se enrosquen en los bordes. En este caso, la solución no es trasladar la planta a una zona oscura. Mueve tu planta a otra zona luminosa donde el sol directo no le dé a la planta.

Propiedades y beneficios

beneficios del matalí

Atención: La irritación de la piel puede resultar del contacto repetido o el manejo prolongado de la planta, especialmente de la savia clara y acuosa. Al manipularla utiliza guantes para protegerte.

Los estudios han sugerido propiedades antineoplásicas, antiarrítmicas, antibacterianas, antioxidantes e inhibidoras de la acetilcolinesterasa. Partes utilizadas: Hojas y tallos.

Usos comunes

En México, el Matali, es una bebida hecha de limón y una decocción endulzada de hojas, se usa como bebida tónica fría.

En Jamaica, se usa para el tratamiento de la presión arterial alta, tos y como cura para el resfriado.

En China, se aplican hojas para reducir las hinchazones. También se usa para hemorroides, sangre en las heces, tos tuberculosa, conjuntivitis e infecciones renales.

En Cuba, la decocción de hojas se bebe para limpiar las piedras de los riñones y la vejiga, aliviar los síntomas de la colitis y provocar la menstruación.

En Guayana, las hojas se utilizan como té para limpiar la sangre y tratar la gripe

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En otros lugares, se utiliza para el tratamiento del resfriado común, hipertensión, trastornos uterinos y aliviar la diarrea.

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