Si nunca has cultivado chirivías (Pastinaca sativa) a partir de una semilla, estás de enhorabuena. Esta hortaliza de raíz amante del frío es de la misma familia que las zanahorias y el perejil, y podría confundirse fácilmente con una zanahoria blanca. Pero su sabor es algo totalmente distinto. Tienen la textura de una patata dulce con un sabor que es como una zanahoria más terrosa y con más nueces. En este artículo veremos como sembrar, cultivar chirivía y sus cuidados.
Cómo conseguir semillas
Si sólo pudiera darte un consejo sobre cómo cultivar chirivías a partir de semillas, sería que encontraras semillas frescas para empezar.
Las semillas de chirivía no germinan bien después de un año de almacenamiento, así que si compraste un paquete el año pasado y no lo usaste todo, tíralo.
No intentes sacar una segunda temporada de tu paquete de semillas. Creo que aquí es donde la mayoría de la gente se equivoca.
También debes asegurarte de que compras semillas de una fuente de confianza. Busca un distribuidor que indique la fecha de cosecha y/o de caducidad de las semillas en el paquete, y que tenga buenas críticas.
Germinar chirivías
La forma más fácil de cultivar chirivías a partir de una semilla es ponerlas directamente en el parterre preparado. Hacerlo en almácigos no es recomendable porque la chirivía no tolera los trasplantes.
Un día antes de plantar, pon las semillas en remojo en agua a temperatura ambiente.
Siembra las semillas a pleno sol cuando la temperatura del suelo sea superior a 4°C, y ten en cuenta que las chirivías crecen mejor cuando la temperatura del aire está entre 4 y 20°C.
Si superan esa temperatura, se atornillan y se echan a perder. Esto significa que tienes que encontrar el momento ideal para trabajar la tierra antes de que los días sean calurosos. Para la mayoría de la gente, eso significa principios de la primavera o principios del otoño.
Una vez que las raíces se han desarrollado, las plantas pueden soportar el frío intenso. De hecho, las raíces saben mejor una vez que han estado expuestas a temperaturas bajo cero durante unas semanas.
Siembra las semillas a 1 cm de profundidad y a unos 15 centímetros de distancia. Puedes apretarlas un poco más si lo prefieres, ya que las chirivías pequeñas saben mejor que las grandes.
Dado que las semillas de chirivía no siempre germinan a gran velocidad, es posible que quieras plantar dos semillas en cada lugar y deshacerte de una de ellas si ambas brotan.
En cualquier caso, no arranques las plántulas no deseadas, porque podrías molestar a la raíz de la plántula cercana que estás conservando. Sólo tienes que cortar con unas tijeras cada una de las que vayas a entresacar.
Dónde cultivar chirivía
A la hora de cultivar chirivía elige un lugar soleado, que reciba al menos 6 horas de sol directo, en un terreno sin piedras y bien preparado, que haya sido cultivado en profundidad y rastrillado hasta conseguir un tilo fino.
Tipo de suelo ideal para cultivar chirivía
Las chirivías crecen mejor en un suelo con buen drenaje, suelto y rico. La arcilla pesada definitivamente no funcionará. Incluso la tierra arcillosa puede ser demasiado pesada.
Lo ideal es que la tierra sea arenosa o limosa. Añade un poco de arena y compost bien descompuesto al suelo si no tiene la textura adecuada.
Independientemente de la textura de tu suelo, es posible que quieras añadir mucho compost bien descompuesto para asegurarte de que tu suelo está lleno de nutrientes. Mi filosofía de jardinería es que un poco de compost extra nunca viene mal.
Las chirivías son ávidas y necesitan mucho alimento. El pH del suelo no es tan importante como el drenaje. Cualquier valor entre 6,0 y 6,8 es perfecto, pero un pH ligeramente fuera de este rango está bien.
Cosechar chirivías
Generalmente la cosecha de chirivías comienza a los 4 meses después de la siembra. Para saber si es el momento adecuando basta con observarlas, comenzaran a asomarse sobre el suelo.
Para cosechar, cava unos treinta centímetros con una horquilla de jardín y afloja suavemente la raíz de la tierra. Trata de no cortar o golpear las raíces porque se magullan con facilidad. Una vez que se magullan, al igual que las patatas, comienzan a oxidarse.
Si dejas las raíces en el suelo durante el invierno, recógelas antes de que surjan nuevos brotes en primavera.
Consejos de cuidado
Aplica un abono cada tres semanas mientras las plantas se desarrollan y crecen.
El riego es esencial para una buena cosecha. Hay que encontrar el equilibrio adecuado entre el exceso de agua y la falta de ella, ya que lo primero provoca raíces peludas y duras, y lo segundo provoca un crecimiento atrofiado.
Las fluctuaciones de humedad y sequedad también provocan la bifurcación y la división de las raíces.
Estas hortalizas necesitan de uno a dos centímetros de agua a la semana, pero depende de la composición del suelo.
La forma más fácil de saber si es hora de regar es meter un dedo en la tierra. El primer centímetro puede secarse entre riegos, pero no más. La tierra debe sentirse como una esponja bien escurrida cuando está húmeda.
Una capa de un centímetro de espesor de compost colocada sobre la tierra puede ayudar a retener la humedad y añadir nutrientes. También puedes utilizar paja u hojas como mantillo.
Mantén las malas hierbas fuera del jardín. Las chirivías jóvenes no pueden competir con las malas hierbas.
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Cubre las coronas por completo con mantillo en invierno si tienes intención de dejarlas en el suelo hasta la primavera. La paja o las hojas son buenas opciones.