El ciclamen (Cyclamen coum) es un planta de raíces bulbosas pertenecientes a la familia Primulaceae, es muy peculiar dado que florece en invierno y no en verano como la mayoría. Se puede cultivar en macetas en el interior o en el suelo del jardín, en este articulo veremos cómo sembrar, cultivar ciclamen y sus cuidados.
Introducción
Hay varios tipos de ciclamen, incluidos los más resistentes, que crecerán bien en tu jardín. Sin embargo, si has comprado o te han regalado un ciclamen en flor en invierno, lo más probable es que se trate de un ciclamen de floristería, que no es resistente.
No hay que confundir el ciclamen resistente con el ciclamen de floristería que se vende durante el invierno. Se trata de formas de una especie tierna, Cyclamen persicum, que han sido mimadas durante toda su vida y no sobreviven al aire libre.
A menudo se venden como plantas de interior en los meses más fríos; deberían florecer en el interior durante unas seis semanas en una habitación fresca y luminosa.
Dónde cultivar ciclamen
En general, los ciclámenes resistentes prefieren los suelos pobres y bien drenados, a plena o media sombra.
Los ciclámenes resistentes son fáciles de cultivar siempre que se eviten los suelos pesados que puedan encharcarse.
Si tienes un suelo muy húmedo, probablemente sea mejor cultivar ciclamen en macetas o camas elevadas.
El ciclamen se encuentra en su mejor momento alrededor de la base de los árboles de hoja caduca y de los grandes arbustos.
Se trata de zonas frescas y sombreadas en verano, pero ligeras y húmedas durante el otoño y el invierno.
Cultiva el ciclamen en una habitación fresca de tu casa, en un porche protegido o en un invernadero libre de heladas. El ciclamen necesita temperaturas mínimas diurnas de 13˚C, y nocturnas de 6-15˚C.
Cómo sembrar ciclamen
Las semillas de ciclamen deben ser sembradas lo antes posible después de su maduración en bandejas o en macetas poco profundas.
Yo utilizo un compost con una pequeña cantidad (alrededor del 10%) de perlita y la misma cantidad de mantillo.
La semilla debe sembrarse finamente y cubrirse con aproximadamente un centímetro de tierra.
Deja los recipientes en un lugar sombreado en el exterior, mantén el sustrato húmedo y espera.
La germinación es irregular; algunas plántulas aparecen al cabo de un par de meses y otras esperan un año aproximadamente.
Deja las plantas jóvenes en las bandejas durante un segundo año para que desarrollen un tubérculo y luego plántalas en el jardín cuando estén inactivas.
Plantación del ciclamen
Una consideración importante a la hora de cultivar ciclamen es comprarlo como tubérculos secos o como plantas ya enraizadas en macetas.
Las plantas en maceta son más caras, pero se establecerán más rápidamente y florecerán de inmediato; los tubérculos tardarán en establecerse y probablemente no florecerán el primer año después de la plantación.
Cultivar el ciclamen en un contenedor más grande que el original (10 litros o más) y planta los tubérculos a unos 3 ó 4 cm por debajo de la superficie, cúbrelos ligeramente con tierra y riega.
Si plantas los tubérculos, asegúrate de que están en la dirección correcta. La cara plana o ligeramente hundida es la parte superior.
Cuidados del ciclamen
Riego
El ciclamen necesita secarse completamente entre riegos, así que espera hasta que los dos centímetros superiores de la mezcla estén secos antes de regar.
Al momento de regar intenta no mojar sus hojas, hazlo siempre a nivel del suelo, esto evitará posibles enfermedades de la planta.
Deja de regar cuando esté inactivo: Otra consideración importante cuando se cultiva el ciclamen es que está inactivo en verano, tu ciclamen empezará a replegarse, perdiendo sus hojas.
Esto es bastante normal, y es el detonante para reducir el riego. Una vez que todas las hojas hayan desaparecido, debes dejar de regar tu ciclamen por completo. Si lo riegas cuando está inactivo, se pudrirá.
Recuerda: mantén tu ciclamen fresco, riégalo sólo cuando la tierra se seque y no lo riegues en absoluto cuando esté inactivo.
Mantener una temperatura ideal
Recuerda que, en su hábitat nativo, el ciclamen florece en invierno en ambientes húmedos y frescos.
Esto significa que si la temperatura de tu casa supera los 20°C durante el día, tu planta puede empezar a decaer.
Cuando la temperatura es demasiado alta, sus hojas comenzarán a ponerse amarillas y sus flores caerán.
Para evitarlo, coloca tu ciclamen en un lugar fresco y alejado de las corrientes de aire frío. Y asegúrate de que está alejado de fuentes de calor como los radiadores.
Necesidades de luz
Coloca tu planta en un lugar bien iluminado, un par de horas de luz solar al día es lo ideal. Pero recuerda que, en la naturaleza, el ciclamen prefiere la sombra moteada o el refugio de las grietas rocosas. Nunca los coloques bajo la luz directa del sol.
Abonar
Alimenta tu planta cada uno o dos meses con un fertilizante soluble en agua a media potencia. Pero no te excedas. Un exceso de abono puede producir más hojas, pero disminuir la floración.
Almacenar en el verano
Una vez que tu planta haya entrado en letargo, guárdala en un lugar fresco y oscuro durante el verano hasta que vuelva a crecer en otoño.
Hacer que vuelva a florecer
Después de la floración, el ciclamen entra en un estado de reposo. En la naturaleza, esto significa que duermen durante el verano.
Sin embargo, si quieres que tu planta vuelva a florecer en el interior, deja que las hojas mueran y deja de regar.
Coloca la planta en un lugar fresco y oscuro, retira el follaje muerto y déjala reposar durante dos meses.
Una vez que el ciclamen haya finalizado el letargo, sácalo de su refugio y comienza a regarlo de nuevo (siguiendo el mismo régimen anterior).
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Cuando las hojas vuelvan a crecer, reanudar los cuidados normales del ciclamen.