La remolacha es un tubérculo rico en azúcares, vitaminas y minerales, se cultiva en un suelo profundo, rico y drenado. Beta vulgaris, es un vegetal con una raíz carnosa y carne roja. La remolacha se come más a menudo cruda en ensaladas y otras comidas. Veamos cómo cultivar remolachas de manera orgánica y sus cuidados.

¿En qué suelo cultivar remolachas?
La remolacha es adecuada para todo tipo de suelos, pero prefiere los profundos, los blandos, los ligeros, los no muy calcáreos, los no muy arcillosos y los no muy húmedos. Al preparar el suelo (preferentemente en otoño), incorpora un rico abono o estiércol concentrado.
Ten en cuenta de regar seguido en veranos secos o en regiones cálidas durante la fase de crecimiento. Hay que tener cuidado con las heladas de primavera, sobre todo los primeros días que es cuando aún hay riesgo de que se formen heladas en el suelo, proporciónale protección en ese caso.
Dos semanas antes de sembrar, hay que prepara el suelo. Afloja la superficie del suelo con una pala de dientes sin dar vuelta la tierra, solo descompáctala e incorpora el abono raspando la superficie para que se integre bien. Asegúrate de quitar las posibles piedras que pueda haber en el suelo.
¿Cuándo y cómo sembrar remolachas?

La remolacha se siembra a finales de invierno o principios de primavera y se cultiva a pleno sol en la huerta. Si todavía se espera una helada, cubre las líneas de siembra con un túnel de crecimiento.
En general, las remolachas se siembran tan pronto como el suelo se calienta ligeramente (a partir de 10°C) y la siembra puede continuar hasta los primeros días del verano.
Siembra las semillas de remolacha en surcos poco profundos (1 o 2 cm) con una separación de 20 cm. Cubre las semillas ligeramente con tierra y riega sin encharcar.
Si han crecido muy juntas espera hasta que las plantas tengan dos pares de hojas reales antes de quitarlas y conserva sólo las más vigorosas. Quita las plántulas que se vean mas «feas» y deja sólo las mejores, cada 15 o 20 cm.
Al final, después del adelgazamiento, habrá entre 6 y 7 remolachas por metro lineal. Planifica tu huerto según las necesidades mensuales de remolacha de la familia, y siembra tantos metros lineales de remolacha por mes como necesites. Lo mismo ocurre con otras verduras: zanahorias, rábanos y patatas.
Cada vez más, los jardineros siembran primero en pequeñas macetas o terrones para mejorar la precocidad y reducir la carga de la maleza. Pero cuando el suelo está caliente, siempre es preferible sembrar directamente en la tierra.
Cosechar las remolachas
Puedes comenzar a cosechar tus primeras remolachas a mediados del verano para su consumo inmediato. Desentiérralas 4 meses después de la siembra con una pala tenedor y cortar las hojas en el cuello. Deja que las plantas se sequen durante 1 o 2 días antes de consumirlas.
Las remolachas que dejamos para conservar se cosechan a finales del verano o primeros días del otoño. Del mismo modo, secarlas al sol y cortar las hojas a 1 cm del cuello antes de guardarlas en un sótano o un lugar oscuro y sin humedad sobre un lecho de arena seca, déjalas ahí durante un mes más o menos y ya puedes guardarlas tranquilamente para se consumida mas adelante.
La cosecha se hace en condiciones frescas durante todo el verano según las necesidades. Al final del otoño/principio del invierno, cosechar todas las remolachas y almacenarlas.
Enfermedades y plagas de la remolacha
Si vez que hay pulgones en tu remolacha actúa rápido, no dejes que sean demasiado numerosos. Si son pocos puedes eliminarlos a mano, simplemente aplástalos con tus dedos, pero en caso de que tengas muchos de estos; Ver este artículo donde explicamos cómo evitar y eliminar pulgones de manera orgánica.
Las hojas se vuelven amarillas y son socavadas por una pequeña larva: la mosca de la remolacha o pegomia. También hay que tener cuidado con los escarabajos y el oídio.
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Cuidado también con los insectos del suelo: gusanos de alambre, polillas, gusanos blancos que atacan las raíces, es difícil deshacerse de ellos. Para todos estos males, practica la rotación de cultivos y asegúrate de combinar los vegetales adecuados entre sí.
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