Las aguas grises son las aguas residuales de duchas, bañeras, spas, lavabos, lavadoras, lavavajillas y fregaderos, estas pueden usarse para regar las plantas del jardín. No incluye el agua de los inodoros, que se llama agua negra. Aprende cómo utilizar el agua de la lavadora en el jardín, conocida como agua reciclada o gris.
Introducción
Con las restricciones de agua en muchas zonas, el uso de aguas grises en el jardín podría ayudarte a ahorrar cientos de litros de agua al día, manteniendo tu cartera contenta y el planeta aún más feliz.
Las lavadoras representan casi una cuarta parte de las aguas residuales de los hogares: entre 40 y 200 litros por lavado (dependiendo de la máquina).
Así que si tienes una lavadora especialmente sedienta y lavas seis veces a la semana, podrías estar enviando hasta 1.350 litros de agua potable y limpia por el desagüe cada semana (¡con un consumo anual de 70.180 litros!).
Si añadimos el agua del lavavajillas, la ducha y el baño, pronto llegaremos a los 4.000 litros semanales para una familia media de cuatro miembros. Descubre cómo utilizar el agua de la lavadora en el jardín.
Consejos de seguridad para las aguas grises
No almacenes las aguas grises sin tratar durante más de 24 horas; si no puedes utilizarlas, no las guardes.
Lo ideal es mezclar las aguas grises con agua limpia, mitad y mitad antes de regar el jardín, esto ayuda a que la concentración de sustancias químicas sea menor.
Si no están tratadas, limita su uso al agua de la ducha, la bañera y la lavadora (preferiblemente sólo el agua de aclarado). El agua de la cocina contiene grasas y sólidos que pueden dañar el suelo y las plantas.
Si alguien de tu familia está enfermo de gripe u otra enfermedad contagiosa, deja de usar las aguas grises hasta que se mejore.
No riegues hierbas, verduras o plantas en maceta sin acceso a otro tipo de humedad. Las aguas grises solo deben usarse como complemento.
Mantén las aguas grises bajo el mantillo a los pies de las plantas: esto ayuda a evitar la evaporación y las mantiene alejadas de los niños y las mascotas.
Para evitar posibles problemas de salud, se desaconseja utilizar el agua de la lavandería u otras aguas usadas (grises) en las hortalizas o las plantas comestibles.
Evita utilizar el agua de lavados que hayan tenido cargas muy sucias, por ejemplo, de pañales.
Empieza en una zona pequeña y comprueba que las plantas o el césped lo encuentran aceptable.
Intenta usar detergentes biodegradables, también puedes hacer tu propio detergente natural para lavar la ropa. En este enlace puedes aprender cómo hacer un detergente natural utilizando hiedra.
¿Son seguras las aguas grises de la lavadora?
En nuestras revisiones de los detergentes para lavadoras, hemos analizado el agua de lavado en busca de sustancias químicas que puedan dañar el jardín. Descubrimos que los componentes con mayor probabilidad de causar problemas son el fósforo, la salinidad, el sodio y el pH en diversos grados.
Fósforo
Pequeñas cantidades de fósforo pueden ser útiles para las plantas, y es uno de los principales componentes de los fertilizantes.
Pero cuando llega a nuestras vías fluviales, puede causar un crecimiento excesivo de algas, lo que provoca floraciones de algas tóxicas. El efecto en el suelo varía según el tipo de suelo.
Los suelos arcillosos pueden soportar más fósforo porque el fósforo se une a los minerales de la arcilla y no se lixivia.
En los suelos arenosos, el exceso de fósforo puede filtrarse a las aguas subterráneas.
Por suerte, o podríamos decir que por sensatez, que los detergentes modernos ya no contienen fosfatos añadidos, por lo que este problema es en gran medida cosa del pasado.
Sales
Todos los detergentes para ropa contienen sales, normalmente sales de sodio como el nitrato de sodio, el sulfato de sodio, el fosfato de sodio y el silicato de sodio, lo que los hace muy salinos.
El sodio es especialmente perjudicial no sólo para las plantas, sino también para los suelos. Afecta a la permeabilidad del suelo y provoca una pérdida de estabilidad estructural, por lo que su uso frecuente a largo plazo puede perjudicar a tu jardín, a no ser que tengas la precaución de esparcir las aguas grises de la lavandería por una zona amplia.
Alcalinidad
Los detergentes para la ropa también son muy alcalinos, es decir, tienen un pH elevado. Un pH superior a 10 ayuda a disolver la suciedad orgánica, como la grasa, los aceites y los restos de comida. Como referencia, un pH de 7 se considera neutro, pero por ejemplo, un limpiador de hornos altamente cáustico tiene un pH más cercano a 12,5.
La mayoría de los sistemas biológicos prefieren un pH entre 6 y 9, y las aguas grises con un pH elevado pueden dañar muchas plantas y organismos del suelo.
Tenemos en cuenta la carga total de productos químicos problemáticos que se acumularán en tu jardín con el tiempo, no sólo su concentración cuando los pongas por primera vez. Cuanto mayor sea la superficie de riego (la superficie mínima recomendada es de 150-200 m2), más se extenderá la carga química.
El impacto potencial depende en gran medida de la dosis. Intenta reducir la cantidad de detergente que utilizas, siempre que la cantidad reducida siga dejando tu ropa lo suficientemente limpia.
Otras consideraciones
El uso de agua gris en tu zona puede estar sujeto a las restricciones o regulaciones de la compañía de agua, del ayuntamiento o de la agencia estatal y federal de protección del medio ambiente y de la salud. Para más información, pónte en contacto con un fontanero especializado en el uso de aguas grises y con las autoridades competentes.
También puede ser de interés leer: Construir un sistema hidropónico, guía para principiantes.
Si quieres instalar un sistema de pretratamiento de aguas grises, haz todo lo anterior, y además consulta a la autoridad encargada de la eliminación de las aguas residuales si pretendes redirigir la totalidad o una parte importante de las aguas usadas.