Has descartado plagas y enfermedades. Estás razonablemente seguro de que la textura de tu suelo es de primera. Las temperaturas no han sido extremas. Y no has jugado al despiste con el abono durante toda la temporada. Ahora podemos empezar a investigar las deficiencias de nutrientes en las plantas.
Hasta ahora se han identificado más de 90 nutrientes vegetales, 17 de los cuales son esenciales para el crecimiento sano de las plantas. Algunas especies necesitan más y otras menos, pero todas las plantas necesitan los diecisiete para completar con éxito su ciclo vital.
Los tres primeros son oxígeno, carbono e hidrógeno. Las plantas obtienen estos elementos del aire y del agua. Mientras el suelo sea poroso, drene bien y retenga la humedad, no tendremos que preocuparnos de proporcionárselos.
Las plantas reciben los 14 restantes del suelo, lo que depende en gran medida de nosotros. Ningún nutriente es más importante que el resto. Todos son igualmente vitales para obtener plantas sanas y rendimientos elevados.
14 deficiencias de nutrientes en las plantas
1. Nitrógeno (N)
El nitrógeno es esencial para la fotosíntesis, el proceso del que dependen las plantas para convertir la luz solar en la energía necesaria para su crecimiento. Las plantas que tienen acceso al nitrógeno desarrollan un color verde intenso y muestran una ramificación y un follaje vigorosos.
Síntomas de carencia de nitrógeno: Las plantas no son vigorosas y las hojas superiores tienen un tono de verde más claro. Las hojas más viejas de la parte inferior de la planta se vuelven amarillas o marrón claro antes de caer.
La solución: Como práctica general para aportar nitrógeno al suelo, enmendarlo con unos centímetros de compost, estiércol envejecido o humus de lombriz en primavera proporcionará a las plantas suficiente nitrógeno para el resto de la temporada. Por otro lado, puedes cultivar leguminosas, ya que estas son grandes fijadoras de nitrógeno en el suelo. Para una solución más rápida, abona las plantas con fertilizantes ricos en nitrógeno, como el NPK.
2. Fósforo (P)
El fósforo es responsable del crecimiento de las raíces, el desarrollo de las semillas y la producción de flores y frutos. Disponer de mucho fósforo favorece el rápido crecimiento de los brotes y las puntas de las raíces, mejora la calidad de los cultivos y proporciona resistencia a las enfermedades.
Síntomas de carencia de fósforo: Crecimiento lento, débil o atrofiado con escaso cuajado de frutos. Las hojas más viejas adquieren un color verde oscuro o azul verdoso, pasando a un tinte púrpura rojizo.
Solución: La harina de huesos es una rica fuente de fósforo, con un NPK medio de 3-12-0, también puedes usar cenizas de madera, en este caso debes poner poca cantidad sobre la tierra, por otro lado está el guano, este aporta grandes cantidades de fósforo, también deberás usarlo con moderación.
3. Potasio (K)
El potasio desempeña varias funciones vitales. Activa enzimas, regula el metabolismo y contribuye al movimiento del agua, los nutrientes y los azúcares en el tejido vegetal. El potasio es un factor clave para el crecimiento temprano de la planta, la fortaleza del tallo, la resistencia a las enfermedades y la resistencia a la sequía, y mejora el sabor, el tamaño y el color de la fruta.
Síntomas de carencia de potasio: Las hojas más viejas son amarillas con venas verdes (clorosis interveinal), tienen las puntas y los márgenes chamuscados y muchas manchas marrones. El crecimiento general es lento y los tallos y brotes parecen débiles. La producción y el tamaño de los frutos se verán reducidos.
La solución: Utiliza ceniza de madera, té de banana o plátano, purín de ortiga o potasa para aumentar los niveles de potasio en el suelo.
4. Calcio (Ca)
El calcio no sólo favorece el crecimiento de las raíces, mejora la estructura del suelo y contribuye a la absorción de otros nutrientes, sino que también ayuda a las plantas a resistir las enfermedades y el estrés térmico. Su papel en el grosor de la pared celular garantiza que las frutas tengan una pulpa firme.
Síntomas de carencia de calcio: Las hojas más jóvenes están deformadas, tienen forma irregular o aspecto rasgado. Hay manchas marrones y quemaduras, márgenes rizados y puntas de las hojas que se enganchan hacia abajo. La podredumbre de la sumidad florida afecta a tomates, berenjenas, pimientos, calabacines o cucurbitáceas.
La solución: Compuestas por un 95% de carbonato cálcico, las cáscaras de huevo son una solución fácil para los problemas de calcio en el huerto. El óxido de calcio (CaO) también es muy bueno, este los puedes comprar en droguerías o farmacias. Otra forma más casera y fácil de aportar calcio al suelo es diluyendo una taza de leche en un litro de agua y regar día por medio hasta que se recupere.
5. Magnesio (Mg)
El magnesio es uno de los principales componentes del pigmento verde de la clorofila, que las plantas necesitan para absorber la energía de la luz solar. Además de ayudar en la fotosíntesis, permite que las plantas utilicen el nitrógeno de forma eficiente, mueve los azúcares por los tejidos vegetales y ayuda a reducir el estrés de las plantas.
Síntomas de la carencia de magnesio: El follaje, que afecta inicialmente a las hojas más viejas, presenta una clorosis interveinal que se vuelve entre moteada y rojiza, con manchas necróticas. Las puntas y los márgenes de las hojas aparecen ahuecados, curvándose hacia dentro. Menos común que otras carencias de nutrientes, el magnesio es más frecuente en suelos ácidos o con grandes cantidades de potasio o calcio.
La solución: Para subsanar una carencia de magnesio en el suelo, puedes utilizar sal de Epsom, nitrato de magnesio o sulfato de magnesio.
6. Azufre (S)
El azufre favorece el color verde oscuro de las hojas, el crecimiento de las raíces y la producción de semillas. También es útil para aumentar la resistencia de las plantas al frío y nivelar el pH del suelo entre 6 y 7, siendo este ideal para la mayoría de las plantas de huerto.
Síntomas de carencia de azufre: Imitando una deficiencia de nitrógeno, las hojas más jóvenes tienen un tono uniforme de verde pálido a amarillo claro, sin manchas. Los tallos de las plantas pueden estar rígidos, delgados o leñosos. La carencia de azufre es común en suelos arenosos con poca materia orgánica y que reciben precipitaciones de moderadas a abundantes.
La solución: El azufre abunda en la materia orgánica rica, como el compost y el estiércol animal.
7. Boro (B)
El boro influye en el crecimiento de las raíces y el transporte de azúcares alrededor de la planta, y desempeña un papel importante en la reproducción vegetal. Favorece la germinación del polen y la formación del tubo polínico, dos factores cruciales para el correcto desarrollo de frutos y semillas.
Síntomas de carencia de boro: Amarilleamiento de las hojas más jóvenes y follaje distorsionado, quebradizo y rizado. Las plantas se atrofian y los puntos de crecimiento (yemas terminales) y mueren. Las flores pueden no llegar a formarse, y las que lo hacen son deformes. Suele ir acompañada de varias enfermedades específicas de las plantas, como la podredumbre del corazón en la remolacha y la mancha del corcho en las manzanas.
La solución: Espolvorea borato sódico (Bórax) a razón de 1 cucharada por cada 30 metros lineales de tierra de jardín.
8. Cobre (Cu)
El cobre en el suelo es necesario para la fotosíntesis, la producción de proteínas, la regulación del agua y la absorción eficaz del nitrógeno. El cobre también mejora el color y el sabor de frutas y verduras.
Síntomas de deficiencia de cobre: Decoloración marrón y clorosis en las hojas más jóvenes, junto con retraso de la madurez y retraso del crecimiento. Las carencias de cobre son más frecuentes en suelos arenosos y alcalinos, así como en lechos muy abonados con estiércol animal.
El remedio: Dado que el sulfato de cobre es tóxico para las aves, los peces y la vida acuática, se recomienda utilizar enmiendas más suaves como el compost o el moho de hoja para aumentar los niveles de cobre en el suelo.
9. Cloruro
El cloruro, formado a partir del elemento cloro (Cl), interviene en la fotosíntesis, influyendo en la apertura y cierre de los estomas de las hojas, de modo que el aire y el agua se intercambian entre la superficie de la hoja y la atmósfera. Es una parte importante de la gestión del agua de las plantas, ya que garantiza que las hojas y otros tejidos tengan un contenido de agua adecuado.
Síntomas de la carencia de cloruro: Marchitamiento y amarilleamiento de las hojas más jóvenes. También son frecuentes las manchas necróticas, con límites abruptos entre el tejido vivo y el muerto.
La solución: El cloruro está presente en la atmósfera y en el agua de lluvia, por lo que las carencias son poco frecuentes, pero no imposibles. Como se lava fácilmente en suelos arenosos, añade más materia orgánica para ayudar a mantener el cloruro en su lugar.
10. Hierro (Fe)
El hierro es una parte esencial de muchas funciones de las plantas, desde la fotosíntesis a la respiración y el procesamiento metabólico. Más visiblemente, tiene un papel esencial en la creación y el mantenimiento de la clorofila para que las plantas desarrollen hojas verdes y exuberantes.
Síntomas de la carencia de hierro: El signo clásico es la clorosis interveinal en las hojas más jóvenes, procediendo a que el crecimiento más reciente sea pálido. En casos graves, la falta de hierro puede causar hojas malformadas con márgenes marrones, así como la caída de hojas, brotes y frutos.
La solución: El hierro abunda de forma natural en el suelo, pero se vuelve inaccesible para las plantas en entornos con pH elevado. La aplicación de materia orgánica actuará como amortiguador del pH y ayudará a corregir los problemas de drenaje y compactación que también pueden interferir en la absorción del hierro.
11. Manganeso (Mn)
El manganeso contribuye a la fotosíntesis y participa activamente en varios procesos bioquímicos. Influye en la absorción, el transporte y la utilización del nitrógeno, el fósforo y el calcio. El manganeso activa enzimas que tienen un efecto protector contra la sequía, las bajas temperaturas, los daños causados por la sal y las enfermedades fúngicas y transmitidas por el suelo.
Síntomas de deficiencia de manganeso: Las plantas suelen presentar clorosis interveinal en las hojas más jóvenes. Aunque se parece a la deficiencia de hierro, la transición de color es más suave, con menos contraste entre las hojas amarillentas y las venas verdes.
La solución: Un drenaje deficiente, un pH elevado y un exceso de hierro en el suelo son los principales factores que impiden la absorción del manganeso. Para aumentar el manganeso (junto con varios otros micronutrientes), enmienda las camas o bancales con moho de hoja.
12. Molibdeno (Mo)
El molibdeno es necesario para la absorción saludable de nitrógeno por las plantas. Las enzimas de las plantas necesitan molibdeno para convertir el nitrógeno, primero en nitratos y después en amoniaco, antes de que esté disponible para las plantas. Algunos microbios del suelo necesitan una dieta constante de molibdeno para fijar el nitrógeno alrededor de las leguminosas.
Síntomas de una carencia de molibdeno: Debido a su relación con el nitrógeno, las deficiencias de molibdeno se parecen a los problemas de nitrógeno. Las hojas viejas y medias se vuelven de color verde claro a amarillo. Los márgenes de las hojas pueden enrollarse hacia dentro y mostrar manchas necróticas. El crecimiento general se atrofia y disminuye la floración y la fructificación.
La solución: El molibdeno se libera con el tiempo de las rocas y los minerales y se encuentra de forma natural en la mayoría de los suelos. Las plantas sólo necesitan pequeñas cantidades para la síntesis normal de nitrógeno. Los suelos arenosos, lluviosos y con pH bajo pueden interferir en su absorción. Añade más materia orgánica o aplica extracto de algas para corregir las deficiencias.
13. Zinc (Zn)
El zinc interviene en varios procesos vitales de las plantas, como cofactor de la fotosíntesis, la respiración y la síntesis del ADN. Es fundamental para la formación de auxinas y otras hormonas de crecimiento responsables de la ramificación vigorosa y los tallos largos.
Síntomas de carencia de zinc: Los primeros signos son clorosis a lo largo de las hojas, entre el borde y el nervio central, que parecen rayas. La decoloración puede ser moteada, verde pálido, amarilla o incluso blanca. Las plantas tienen tallos cortos, hojas pequeñas y pocos frutos. Las carencias de zinc provocan la caída de las hojas, empezando por la parte inferior de la planta.
La solución: El zinc también es un elemento natural que las rocas erosionadas liberan en el suelo. Se encuentra en el agua del grifo, así como en el compost y en el moho de hojas. La mayoría de las veces, el pH alto, el suelo arenoso, la falta de materia orgánica y el encharcamiento impiden la absorción del zinc.
14. Níquel (Ni)
El níquel activa las enzimas que convierten el nitrógeno en formas que pueden ser utilizadas por las plantas, especialmente las leguminosas fijadoras de nitrógeno. El níquel, que contribuye al crecimiento y desarrollo general de las plantas, interviene en la germinación de las semillas y en la resistencia a las enfermedades.
Síntomas de la carencia de níquel: Las hojas más jóvenes se ven afectadas tanto por clorosis como por clorosis interveinal, que progresa hasta morir. Otros signos son la mala germinación de las semillas, el retraso del crecimiento y el bajo rendimiento de los cultivos.
La solución: La mayoría de los suelos contienen trazas de níquel, pero un pH elevado puede dificultar su absorción. Si tu huerto tiene poca materia orgánica, la aplicación de compost, estiércol animal o moho de hoja aumentará los niveles de níquel en el suelo.
Ten en cuenta analizar el suelo antes de tomar decisiones
Por supuesto, puedes ahorrarte todas estas pesquisas y conjeturas enviando muestras del suelo a un laboratorio acreditado para que las analicen. Es la única forma precisa de determinar exactamente cuál es el problema y cómo solucionarlo.
Su informe incluirá las cifras brutas de los niveles de macro y micronutrientes, así como el pH del suelo y el contenido de materia orgánica. La mayoría también incluirá instrucciones detalladas sobre cómo enmendar el suelo y con qué, para que puedas hacerlo en consecuencia.
También puede ser de interés leer:
Puedes consultar en las oficinas correspondientes de tu municipio o condado, es un recurso excelente para realizar análisis de suelo gratuitos o de bajo coste.