¿Quieres reducir el uso de plástico en la vida cotidiana y sobre todo en el jardín? Mucha gente se da cuenta de que si utiliza menos plástico en su jardín, producirá menos residuos y evitará que los productos químicos del plástico se filtren en el suelo.
Normalmente, cuando se compra una planta en un vivero, viene en una maceta de plástico de un solo uso que se desecha inmediatamente después. Aunque algunas de ellas pueden conservarse para plantar plantones y dales otros usos. Reducir el plástico en el jardín es muy importante.
Cómo reducir el uso de plástico en el jardín:
- Utiliza recipientes de cultivo que no sean de plástico. ¿Cultivas tus plantas en macetas? Si es así, deja de comprar macetas nuevas de plástico y busca otras de segunda mano o plantéate comprar macetas de terracota, cerámica, madera o metal. Incluso puedes utilizar bañeras metálicas o barricas de roble para este fin. Otras ideas son utilizar objetos reutilizados, como refrigerados rotos, latas de aceite usadas, latas de refresco o conservas y cualquier recipiente que no sea de platico que consideres útil, eso sí, recuerdas hacerles agujeros de drenaje en la base.
- Elige herramientas y equipos sin plástico (y de segunda mano). Cuando tengas que elegir entre herramientas de metal o madera y frágiles herramientas de plástico, considere materiales más duraderos como las herramientas de metal o madera, que probablemente no se desgasten en pocos meses.
- Comparte las herramientas que usas con frecuencia. Una forma inteligente de reducir el plástico en el jardín es empezar a compartir herramientas con los vecinos o los miembros de un grupo de jardinería. Algunas comunidades cuentan con un punto de intercambio de herramientas en el que cualquiera de sus miembros puede tomar prestadas las que necesite y devolverlas, mientras que otras tienen acuerdos informales con sus vecinos. Esto reducirá la compra de plástico y, de hecho, de herramientas en general.
- Utiliza barreras anti hierbas sin plástico. Intenta no utilizar láminas de plástico porque suprimen las malas hierbas, alejan la humedad de las plantas y pueden filtrar sustancias químicas al suelo. Considera la posibilidad de utilizar cartón, madera, ladrillos o papel cubierto con mantillo. Otra opción son los sacos de arpillera que son biodegradables y también nutren el suelo.
- Compra paquetes de semillas que no sean de plástico. Afortunadamente, la mayoría de las semillas vienen en paquetes de papel, así que no es difícil reducir el uso de plástico en el jardín de esta manera. Considera la posibilidad de intercambiarlos con tus vecinos y amigos.
- Adquiere bancales elevados sin plástico. Evita el plástico en los bancales elevados y decídete por los de madera de alta calidad, que no sólo aportan belleza sino que también funcionan bien. También puedes hacer tu propio bancal con chapa ondulada, ladrillos, bloques de concreto o comprarlo de segunda mano.
- Practica el compostaje. El compostaje es una forma estupenda de reducir los residuos y añadir nutrientes al suelo, evitando así comprar compost en bolsas de plástico. Todos los materiales deben ser de carbono (hojas secas, ramitas, papel) o de nitrógeno (restos de comida, recortes de césped, estiércol). Es muy importante mantener un equilibrio entre estos dos elementos en una pila de compost. La mejor proporción para una pila de compost sana es más carbono que nitrógeno, aproximadamente 2/3 a 1/3. Lee: Cómo hacer Compost en casa, guía para principiantes
- Abono casero. Los abonos son algo que me gusta hacer y me han resultado muy eficaces. Normalmente, las tres cosas que necesitas para hacer abono son estiércol de aves de corral, recortes de hierba y agua. El estiércol de aves de corral, los recortes de hierba o el abono orgánico seco pueden aportar una gran variedad de nutrientes. Estos abonos caseros también se pueden hacer mezclando y combinando distintos materiales de tu elección. Lee: 12 Abonos Caseros para las plantas fáciles de encontrar en casa
- Utiliza macetas de papel para sembrar semillas. Las macetas de papel de periódico o de tubos de papel higiénico hechas por uno mismo son muy beneficiosas porque reducen el choque del trasplante cuando las semillas están listas para trasplantarse al exterior. Cava tu hoyo de plantación y coloca la plántula, con maceta y todo, directamente en el suelo con un poco de agua. A medida que el plantón crece, el papel de periódico se va incorporando a la tierra y le proporciona abono al instante.
¿Qué hacer con las macetas de plástico que ya tienes?
El destino final de las macetas de plástico es tirarlas a la basura, pero antes de tirarlas puedes utilizarlas para varios fines, como apuntalar recipientes pequeños, para agitar y dispersar el abono, proteger el mantillo, recoger la tierra o proteger instantáneamente de las heladas.
Los residuos plásticos han sido un problema creciente en las últimas décadas. Desde los utensilios desechables hasta las bolsas del supermercado, todos los materiales de plástico acaban por desecharse.
A diferencia de otros residuos y de la química natural del plástico, deshacerse de él se convierte en una ardua tarea. Sin embargo, la jardinería no está exenta del uso de plásticos. Ante este problema, la jardinería puede tener un sustituto adecuado para minimizar el uso del plástico.
La idea de cultivar un huerto sin plásticos parece un poco extraña, pero no es para tanto. Sólo tienes que cambiar algunas cosas y podrás disfrutar de una experiencia de jardinería sin plástico. De este modo sentirás una doble satisfacción: cultivar un jardín sano y saber que ha contribuido a crear un mundo sin residuos plásticos.
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